“Llámenme Míster”
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Europa, la obsesión
Michels, a pesar de ser un técnico que amaba la disciplina, otorgó total libertad a sus jugadores, eso sí, siempre sobre tres puntos básicos: practica del fuera de juego, pressing ofensivo y posesión del balón. También desarrolló un completo plan de entrenamiento para Johan Cruyff, con el objetivo de fortalecer todas sus facultades y potenciar un físico frágil.
Un año después de su llegada al club, el Ajax de Michels se cruzó con el mítico Liverpool de Bill Shankly en la Copa de Europa. Esta vez el enfrentamiento no fue ningún trámite para el grande: el Ajax destrozó a los ‘reds’ con un contundente 5-1 en la ida. La vuelta en Anfield acabó con un empate a dos. Sin embargo, el equipo holandés no pudo pasar de los cuartos de final, donde el Dukla Praga ejerció de verdugo. El siguiente intento en la Copa de Europa se frustró en la primera ronde, donde el Ajax fue eliminado por el Real Madrid. El gran salto llegó en la temporada 1968-1969. Los holandeses, tras haber eliminado al Nuremberg, Fenerbahçe, Benfica y Spartak Trnava, se plantaron por fin en la final. Pero el enemigo, el Milan, era demasiado grande para un equipo que aún necesitaba pulir ciertos defectos. Prati, con dos goles en el primer tiempo, encarriló la final para los italianos. El gol de Vasobic en el minuto sesenta de partido dio esperanzas a los holandeses, que acabaron por morir con los dos tantos del Milan en los últimos veinte minutos. Europa se había convertido en una obsesión, y más después de que su eterno enemigo, el Feyenoord, se convirtiera en campeón de Europa en 1970.
El premio llegó en 1971. Michels había reforzado al equipo con jugadores como de Ruud Krol y Gerry Mühren. Nombres que se unían a los Neeskens, Haan, Keizar, Cruyff… Un equipo de ensueño con un solo destino: ganar la Copa de Europa. El Ajax se paseó antes de llegar a la final, derrotando al Atlético de Madrid, Celtic y Basilea por 3-0 en casa. La final fue en Wembley ante el sorprendente Panathinaikos, un equipo que venía de remontar un 4-1 en contra en las semifinales ante el Estrella Roja. Pero no hubo opción para los griegos en el partido. El Ajax abrió el marcador en el minuto cinco por medio de Dick van Dijk y lo cerró en los últimos instántes con el gol de Arie Haan. La primera Copa de Europa del Ajax viajaba a Holanda, era el triunfo de una idea revolucionaria, donde ganar era importante, pero aún más importante era el cómo.
Viaje a Barcelona
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Como ya hizo tras ganar con el Ajax, Michels decidió salir del Barcelona, buscando un nuevo equipo donde seguir plasmando sus ideas. El destino fue la selección holandesa, a la que convirtió en un equipo mítico. No ha habido ninguna selección que haya jugado como la ‘Naranja Mecánica’ en el Mundial de 1974. Jan Jongloboed; Ruud Krol, Wim Rijsbergen, Wim Suurbier, Adrianus Haan, Wim Jansen, Johan Neeskens, Johan Cruyff, Rob Resenbrink, Jhonny Rep y Willem van Hanegem. Ese fue el once tipo de Michels durante todo el campeonato, que arrancó con una victoria por 2-0 ante Uruguay. Sin embargo, Holanda no pudo con el rocoso equipo sueco días después. Un empate que le obligó a jugársela ante Bulgaria, a la que no dio opción alguna goleando 4-1. Todos los ojos miraron para aquella atípica selección, en los futbolistas gozaban de plena libertad fuera del campo. La siguiente fase fue un paseo para la ‘Naranja Mecánica’: 4-0 a Argentina, 0-2 a Alemania Democrática y 2-0 a Brasil. Todas las quinielas daban como máxima favorita a Holanda. No importaba que Alemania jugara en casa, Holanda, ese equipo donde ataque y defensa se unían en un todo, parecía imposible de batir. Una sensación que se acentuó aún más con el gol de Neeskens de penalti en el minuto dos. Las crónicas apuntaban a una nueva goleada, pero Alemania llevó el partido a su terreno, frenando la máquina holandesa. Breitner (de penalti) y Müller dieron al vuelta al marcador antes de llegar al descanso. La sorpresa se hizo realidad en el minuto noventa. Alemania había derrotado a Holanda. A pocos le importó el KO en la final, Michels pasó a la historia como creador de un equipo brillante. The Times, décadas después, le señaló como el mejor entrenador de la historia del fútbol mundial.
Después de construir la ‘Naranja Mecánica’, Michels volvió al Ajax, donde estuvo tan solo un año. El FC Barcelona le volvió a llamar con el objetivo de apuntalar las bases que había puesto dos años antes. Fue una nueva etapa de azulgrana, que duró desde 1976 a 1978. Desde ahí marchó a Estados Unidos, a los Los Angeles Aztecs, para volver a Europa, al Colonia. Pero Michels no se podía despedir sin tocar de nuevo la cima. La selección holandesa, catorce años después de la final del Mundial ante Alemania, le reclamó para la Eurocopa de 1988. El técnico holandés se encontró con una nueva generación de futbolistas, brillantes a la hora de plasmar sobre el campo sus conceptos. Ronald Koeman, Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten… Michels y toda Holanda se tomaron su particular venganza de 1974 derrotando a Alemania en las semifinales. Marco van Basten, producto de la cantera del Ajax que Michels empezó a potenciar, metió a los tulipanes en la final (2-1). Holanda por fin levantó su primer gran título tras ganar a la URSS 2-0, con tantos de Gullit y Marco van Basten.
Tras el éxito en la Eurocopa, Michels retornó fichó por el Bayer Leverkusen y se despidió de los banquillos en 1992 tras volver una vez más a la selección holandesa. "Era un entrenador con una superioridad natural que era respetada por el equipo; un hombre de pocas palabras, aunque en su última época se volvió más humano". Así define Ronald Koeman al técnico holandés, quien falleció en febrero de 2005 por culpa de un problema cardíaco. El fútbol decía adiós a una de las personas que mejor han sabido entenderlo. Y es que sus ideas, casi cincuenta años después de su primera charla en el vestuario del Ajax, están más vivas que nunca.
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